Uno de los personajes más importantes alrededor del 31 de octubre son las brujas, figuras que históricamente se han representado con la imagen de la mujer con sombrero de pico, escoba y gato negro, y que han sido también motivo de relatos contados a través de la gran pantalla.
Un clásico es “Abracadabra” (“Hocus Pocus”), de 1993, que en julio cumplió 30 años de su estreno. Este trabajo dirigido por Kenny Ortega nos regaló a tres de las brujas más famosas de la cultura pop: las hermanas Sanderson (Winifred, Mary y Sarah), quienes en 1693 fueron juzgadas y ahorcadas por brujería en Salem, por tomar la vida de una pequeña para robarle su juventud.
Años después, en la temporada actual (1993, cuando se estrenó el filme) las brujas interpretadas por Bette Midler (Winifred), Kathy Najimy (Mary) y Sarah Jessica Parker (Sarah) son resucitadas por error y van en busca de otra niña.
Un filme que rompió con ese estereotipo alrededor de las brujas fue la película de 1996, “Jóvenes brujas” (“The craft”), sobre un grupo de estudiantes que practican la brujería, pues no plasmó la imagen de la bruja con sombrero y escoba, además de que exploró la idea de la magia negra y blanca.
La historia es protagonizada por Sarah Bailey (interpretada por Robin Tunney), una joven con poderes sobrenaturales y quien tras llegar a una nueva escuela se hace amiga del grupo de chicas raras comandadas por Nancy Downs (Fairuza Balk), Bonnie (Neve Campbell) y Rochelle (Rachel True).
En un plano más fantástico y de vuelta con el estereotipo del personaje malvado con sombrero y nariz puntiaguda, está “Las brujas” (1990), basada en el libro homónimo de 1983 de Roald Dahl (creador de “Charlie y la fábrica de chocolate” y “Matilda”).
En este largometraje las brujas son seres horribles que utilizan pelucas, máscaras y guantes para ocultar su verdadera apariencia y que además odian a los niños, por lo que los convierten en ratas.
Fuente tomada de EL UNIVERSAL